En una clínica de fisioterapia vemos muchos esguinces de tobillo. Ya sea que lo hayas hecho en las calles del centro de la ciudad o en el campo, los esguinces de tobillo están entre las más comunes de todas las lesiones musculoesqueléticas. Pueden ser inmediatamente incapacitantes y pueden convertirse rápidamente en el tobillo débil crónico, el némesis de los participantes en los deportes en todas partes.
Sin embargo, si se tratan con rapidez y eficacia, casi todas estas lesiones se curan bien y permiten un retorno rápido y seguro a la actividad. El tobillo normal se dobla hacia arriba y hacia abajo. Se apoya por fuera en el ligamento lateral de tres bandas (el más frecuente es el que se lesiona de delante a atrás) y por dentro en el ligamento medial ancho. Debajo de la articulación del tobillo se encuentra la articulación sub-talar, que permite la inclinación del talón de lado a lado. Esto permite caminar cómodamente en terrenos irregulares.
¿CÓMO SE LESIONA?
La lesión habitual es un esguince de inversión o giro hacia adentro del tobillo (como se muestra), que lleva a los ligamentos más allá de su capacidad de estirarse y recuperarse de forma natural. Esto resulta en el desgarro de los tejidos en varios grados. Típicamente ocurre en los deportes de salto o de corte, cuando hay músculos débiles en la parte inferior de la pierna, con un calzado pobre o inapropiado y cuando se está en superficies de terreno irregular.
Hay tres grados de lesión
Primer grado
Los ligamentos se estiran pero no se desgarran. La hinchazón es mínima y no hay inestabilidad. El deporte se reanuda generalmente en un par de semanas.
Segundo grado
Esto es más serio. Los ligamentos están parcialmente desgarrados. Hay sangrado en los tejidos y los moretones usualmente aparecen en un par de días. Hay hinchazón y rigidez y suele ser doloroso. Se requiere tratamiento (cuanto antes mejor) y es por lo menos de 3 a 6 semanas antes de que se reanude la actividad. A menudo se necesita un dispositivo ortopédico protector o cinta adhesiva para ayudar a la recuperación.
Tercer grado
Este es el desgarro más severo o incluso la ruptura completa de los ligamentos, pero rara vez se requiere cirugía. Usualmente hay hinchazón y dolor severos. La terapia es muy importante para la mejor recuperación. La curación completa puede tomar varios meses. Hay generalmente laxitud permanente o flojedad del ligamento/s y un apoyo debe ser usado para ayudar con la estabilidad, la curación y la reanudación de la actividad completa.
Tratamiento RICE
En las primeras 72 horas es imprescindible aplicar el tratamiento RICE para reducir el dolor y la hinchazón y prevenir más daños.
- Descanso – No camine y si es necesario use muletas.
- Hielo – Ponga hielo en el tobillo (los guisantes congelados son una buena bolsa de hielo) durante 15 minutos cada 2 horas durante el día.
- Compresión – Use una envoltura tensorial. Su terapeuta le mostrará cómo aplicarlo correctamente para obtener el máximo efecto.
- Elevación – mantenga el tobillo arriba (por encima del nivel de su corazón) tanto como sea posible.
Además de los primeros auxilios inmediatos, comience la fisioterapia tan pronto como pueda. En la clínica de fisioterapia Miguel Peña, pueden evaluar la gravedad de la lesión y le proporcionarán una orientación inmediata y temprana sobre los pasos adecuados para lograr el máximo progreso.
Su terapeuta puede utilizar la electroterapia (ultrasonido, interferencia, estimulación muscular) para acelerar la curación y le prescribirá un ejercicio específico de etapa temprana para ayudar a recuperar el movimiento del tobillo. Esto progresará para mejorar la fuerza, la coordinación y el ejercicio de equilibrio antes de que pueda reanudar sus actividades normales.
Es crucial recuperar el tiempo de reacción del equilibrio del tobillo para prevenir lesiones posteriores frecuentes en el tobillo. Su terapeuta también puede aconsejarle si será necesario usar un aparato ortopédico o una correa para proteger su tobillo al reanudar la actividad. En la actualidad, hay disponibles excelentes aparatos ortopédicos.
RECUERDE, el reconocimiento temprano de la gravedad de la lesión y la fisioterapia apropiada es su mejor defensa contra las lesiones crónicas o recurrentes. Así que no espere, confíe su rehabilitación al equipo de fisioterapia.