Lactancia y Frenillo Lingual Corto: Cómo Influye en la Succión y Qué Hacer al Respecto

La lactancia materna es una experiencia única que nutre, fortalece el vínculo madre-hijo y ofrece innumerables beneficios para la salud del bebé. Sin embargo, ciertas condiciones físicas pueden dificultar este proceso, como el frenillo lingual corto , también conocido como anquiloglosia. Si te preguntas cómo afecta un frenillo lingual corto la succión durante la lactancia , este artículo te ayudará a entender su impacto, reconocer los signos y descubrir soluciones prácticas para garantizar una alimentación eficiente y cómoda.

¿Qué es el frenillo lingual corto?

El frenillo lingual es una pequeña banda de tejido que conecta la lengua con el suelo de la boca. En algunos bebés, este tejido puede ser más corto o rígido de lo normal, limitando el movimiento de la lengua. Esta condición se conoce como frenillo lingual corto o anquiloglosia. Aunque no siempre causa problemas, puede interferir significativamente con la capacidad del bebé para succionar correctamente durante la lactancia.

¿Cómo afecta el frenillo lingual corto la succión?

Durante la lactancia, la lengua desempeña un papel crucial en la extracción de leche. Un bebé con frenillo lingual corto puede tener dificultades para mover la lengua de manera adecuada, lo que afecta directamente la succión. Aquí están las principales implicaciones:

  1. Succión ineficiente:
    La lengua debe extenderse sobre la encía inferior y cubrir el pezón para crear un sello hermético y extraer la leche. Si el frenillo es demasiado corto, el bebé puede no lograr este movimiento, resultando en una succión débil o intermitente.
  2. Dolor para la madre:
    Un mal agarre debido a la limitación de la lengua puede causar compresión excesiva del pezón, provocando grietas, dolor intenso e incluso mastitis.
  3. Baja ganancia de peso del bebé:
    Si el bebé no puede extraer suficiente leche debido a la succión ineficiente, puede haber dificultades para aumentar de peso adecuadamente.
  4. Fatiga durante la alimentación:
    El bebé puede cansarse rápidamente al intentar compensar la falta de movilidad lingual, lo que puede llevar a tomas prolongadas e insatisfactorias.

Señales de alerta de frenillo lingual corto

Detectar un frenillo lingual corto temprano puede marcar una gran diferencia en la experiencia de lactancia. Estas son algunas señales comunes que podrían indicar esta condición:

  • Movimientos limitados de la lengua:
    La lengua del bebé no puede extenderse más allá de los labios o alcanzar el paladar.
  • Forma de corazón en la punta de la lengua:
    Cuando el bebé saca la lengua, puede parecer que tiene una muesca o forma de corazón en la punta debido a la restricción del frenillo.
  • Chasquidos durante la succión:
    Ruidos extraños mientras amamanta pueden ser indicativos de un sellado inadecuado.
  • Pezón dolorido o deformado después de la toma:
    Un frenillo corto puede hacer que el bebé muerda o comprima el pezón en lugar de succionarlo correctamente.
  • Reflujo o regurgitaciones frecuentes:
    La incapacidad para formar un sello adecuado puede permitir que entre aire, causando gases o reflujo.

Soluciones para manejar el frenillo lingual corto

Si sospechas que tu bebé tiene un frenillo lingual corto, no te preocupes: existen soluciones efectivas para abordar esta condición y mejorar la lactancia. Aquí tienes algunas opciones:

  1. Consulta a un profesional
  • Lleva a tu bebé a un pediatra, odontopediatra o asesor de lactancia certificado para evaluar la movilidad lingual. Estos expertos pueden confirmar si existe anquiloglosia y determinar su gravedad.
  1. Frenotomía o frenectomía
  • En casos moderados o severos, un procedimiento simple llamado frenotomía (corte del frenillo) puede liberar la lengua y restaurar su movilidad. Este procedimiento es rápido, mínimamente invasivo y suele realizarse en consultorios médicos o dentales.
  1. Terapia de lactancia
  • Trabaja con una asesora de lactancia para ajustar la posición y técnica de amamantamiento. Pequeños cambios, como inclinar más el pecho o usar cojines de lactancia, pueden mejorar el agarre.
  1. Ejercicios de estimulación lingual
  • Algunos profesionales recomiendan ejercicios suaves para fortalecer los músculos de la lengua y mejorar su movilidad. Estos ejercicios deben realizarse bajo supervisión médica.
  1. Considera alternativas temporales
  • Si la lactancia directa sigue siendo difícil después del tratamiento, puedes usar un extractor de leche y ofrecer la leche materna con un biberón especializado hasta que el bebé mejore su técnica de succión.

Mitos y realidades sobre el frenillo lingual corto

Para despejar dudas comunes, aquí desmontamos algunos mitos y contrastamos las realidades:

  1. Mito: Un frenillo lingual corto siempre causa problemas de lactancia.

Realidad: No todos los bebés con frenillo corto tienen dificultades para amamantar. Algunos adaptan sus técnicas de succión sin complicaciones.

  1. Mito: El frenillo lingual corto se corrige solo con el tiempo.

Realidad: En la mayoría de los casos, el frenillo no se estira ni se alarga por sí solo. Un procedimiento médico puede ser necesario para resolver el problema.

  1. Mito: La frenotomía es riesgosa y dolorosa.

Realidad: La frenotomía es un procedimiento seguro, rápido y bien tolerado por los bebés. La recuperación suele ser rápida y con mínimas molestias.

Conclusión

El frenillo lingual corto puede presentar desafíos durante la lactancia, pero con el diagnóstico y tratamiento adecuados, es posible superar estos obstáculos y disfrutar de una experiencia de amamantamiento exitosa. Lo más importante es estar atenta a las señales, buscar apoyo profesional cuando sea necesario y recordar que cada madre y bebé son únicos.

Con paciencia y cuidado, puedes asegurarte de que tu pequeño reciba todos los beneficios de la leche materna mientras proteges tu bienestar como madre. ¡Tu dedicación y amor marcan la diferencia en esta etapa tan especial! Aprende todo sobre la lactancia materna.